Diabetes tipo 1 + maternidad + lactancia a un año…

Escribir entradas de blog ya no está en mis prioridades, como se pueden percatar, mi peque tiene ya 15 meses y les quiero compartir mi experiencia, enfocada al tema de este blog: el autocuidado de la diabetes.

Hasta pronto microinfusora, hola inyecciones

Llevo cerca de un año de descanso de microinfusora, sensor y diarios de registro… a veces uno necesita un respiro de esta intensidad. Qué sí hago: medirme siempre antes de cada comida, contar carbohidratos, aplicarme la insulina de eso no hay descanso. Mi control no es tan estricto como solía pero procuro permanecer en una meta donde yo me siento cómoda.

Lactancia después del primer año…

Sí, ¿por qué?, porque queremos y podemos. La lista de beneficios (entre ellos reducción del riesgo de presentar obesidad, diabetes tipo 2 y diabetes tipo 1) la pueden leer en otro tipo de sitios web. Después de las primeras 2 semanas en las que conseguimos establecer la lactancia con sus retos, no hemos necesitado leche de fórmula (lo cuál es comodísimo y muy económico), alrededor de los 6 meses de edad comenzamos a ofrecerle alimentos sólidos con el método de alimentación complementaria guiada por el bebé o baby lead weaning, estoy muy satisfecha con la experiencia pues creo en la importancia de fomentar una buena relación con la comida desde el inicio y este método es congruente con esto… A mí me ha parecido tan relevante que he considerado en mis planes a mediano plazo formarme como consultora de lactancia para poder acompañar de manera más profesional a otras mujeres con diabetes que deseen amamantar a sus bebés.

Herramientas para buscar el equilibrio: control de la diabetes tipo 1 – maternidad – familia- trabajo – salud mental… etc.

Creo que cada mujer tiene su propia manera de reencontrar el equilibrio y podría contar mil experiencias y estrategias peeero en lo que en este blog nos ocupa he de decirles que llevo tiempo esperando el lanzamiento en México del medidor de glucosa “flash”: Freestyle Libre un dispositivo que ya tiene un par de años en europa y otros países pero apenas, se rumora, este año estará disponible en México. Puedes leer la experiencia del Jedi Azucarado de España sobre este dispositivo. Yo ya dedicaré una entrada completa cuando mi cuerpecito lo pruebe… y es que una de las cosas que más trabajo me cuesta ahora es darme el tiempo para medirme la glucosa tantas veces como hacía antes, especialmente cuando estoy cuidando a mi pequeño se vuelve una odisea, además a él le da mucha curiosidad y me quita el medidor para averiguar qué es y cómo funciona, es todo un reto, me tengo que medio “esconder” para lograr medirme, así que espero ansiosa la llegada al mercado mexicano de esta herramienta que a grandes razgos consiste en:

  • Un sensor subcutaneo que dura 14 días
  • Un receptor que escanea el sensor y te muestra el valor de glucosa en una pantalla sin el trámite del piquete, la sangre, la tira…

Lo que yo veo como ventajas:

  • No necesitas picarte el dedo para conocer el valor actual de glucosa
  • Ademas del valor muestra la tendencia: estable, a la alza o a la baja y las 8 horas anteriores.
  • Puedes escanear las veces que te de la gana sin piquetes: ya me viiii mientras juego con mi bebé poder conocer mi glucosa con un veloz escaneo y sin tener que interrumpir el momento ¡eso es oro!
  • A diferencia de un sensor para monitoreo continuo de glucosa, no tiene alarmas que suenen y molesten, uno decide cuando quiere tener información y listo algunos lo ven como desventaja pero para mí es algo que suma a la paz mental.
  • No necesita calibrarse, de nuevo, sin alarmas molestas pidiendo en momentos inoportunos calibraciones.
  • Uno puede ingresar en el receptor y de unidades de insulina y carbohidratos y hace unos reportes hermosos, prácticos, y muy útiles (¿me libraré lo los diarios de registros?)

A ver a ver también tiene lo suyo, nada es perfecto (si hasta nuestro propio páncreas que lo hacía todo en automático falló…), la experiencia de algunas personas que conozco que lo usan refleja que en valores cercanos a los de alguien sin diabetes es más confiable que en valores altos, especialmente, de modo que uno no se libra por completo de picarse el dedo para corroborar un valor antes de tomar una decisión. Eso hay que considerarlo.

Aún desconocemos su costo en México, pero podemos ver lo que cuesta en otros países y es equiparable a la inversión que ya hacemos quienes nos medimos más de 4 veces al día…

Cuéntenme sus experiencias cuidándose a sí mismas y a sus peques, ¿qué les ayuda a conseguirlo?

La OMS dice… pero ¿Cómo se vive la lactancia?

lactancia
Biberón compartiendo escurridor con botellas para el sacaleche.

Recientemente se conmemoró la semana mundial de la lactancia materna y, ya que es mi tema del momento, no quise dejarla pasar sin una entrada. Aclaro, no soy experta en lactancia solo tengo casi 5 meses de vivencia personal… para variar un poco hoy me van a permitir no hablar gran cosa de diabetes, ya saben que todo esto lo hago con mi diabetes tipo 1 al lado aunque no hable de ella… mientras una mujer tenga un control adecuado de su glucosa el tema de la lactancia no tiene porqué ser distinto al de cualquier otra (“solo” hay que procurar mantener un control adecuado mientras se hace todo lo demás en la vida…).

Se leen y escuchan estadísticas preocupantes, solo 14.5% de bebés de menos de 6 meses se alimentan con leche materna en México*. Es fácil encontrar información sobre beneficios e importancia de la lactancia materna, pero en pocos sitios encuentro experiencias y sentires de la vida cotidiana, por eso hoy les quiero compartir mis sentires y “vivires” respecto a un par de cuestiones prácticas:

El biberón, la mamila, la mamadera o como le llamen…

Informarse y optar por la lactancia materna exclusiva y promover que existan menos obstáculos para lograrlo es una cosa, pero es delicado poder hacerlo con pasión y sin juzgar (consciente o inconscientemente) a quienes tengan una experiencia distinta. Para mí, establecer la lactancia no fue fácil, muchos factores del entorno lo dificultan más,  muchas mujeres no lo consiguen, o por cualquier circunstancia eligen alimentar a sus hijos con leche artificial y no por eso son menos madres ni tienen un “peor” vínculo con sus hijos- solo es distinto creo yo-. Hasta el famoso pediatra pro-lactancia Carlos Gonzalez refiere en una de sus conferencias: “La fórmula es el segundo mejor alimento para un bebé”— tampoco es veneno, creo yo.

Las primeras dos semanas, complementé con fórmula, por prescripción del primer pediatra por un lado, por inexperiencia, por agotamiento… ya miro hacia atrás y no sé por qué,  el caso es que lo hice, formó parte de este proceso de aprendizaje y tampoco fue tan terrible, pero tenía un sentimiento de culpa encima pues muchos expertos en lactancia materna recomiendan no hacerlo, pero otros profesionales te dicen otra cosa… eso no ayuda. En esos primeros momentos,  dar esas 2 onzas extra de leche artificial… me ayudaron a comenzar a ajustarme a mi nueva realidad, pero yo tenía claro que mi meta era hacer lo posible por procurar la lactancia materna exclusiva. Una vez que comencé a extraerme leche, mi esposo le daba al bebé un biberón con leche materna en la noche antes de dormir, me daba un respiro y ellos tenían un momento especial. En mi caso, mi bebé nunca rechazó el seno por haber utilizado biberón, yo estaba decidida a conseguir establecer lactancia materna exclusiva y encontré mi propio camino para lograrlo.

Del regreso al trabajo remunerado y cómo hacer tu banco de leche materna

banco de leche
Banco de leche personal con botes reutilizables y bolsas desechables

Hay muchas guías que dicen cómo almacenar la leche materna y cuantas horas, días o semanas se conserva según la temperatura etc., eso se encuentra fácil… pero lo práctico del día a día creo que solo en foros o con amistades y cada experiencia es distinta, quizá es por eso no encontré un libro o una guía práctica especialmente reveladora…

Yo empecé a extraerme leche desde la segunda o tercera semana de nacido Fer, por recomendación de una consultora en lactancia para ayudar a estimular mi producción. Primero, invertí en un buen sacaleches eléctrico porque ya sabía que quería regresar eventualmente a trabajar a tiempo parcial y lo necesitaría, indagué un poco sobre las mejores opciones disponibles en México. Luego, aprender a usarlo (técnicamente no es la gran ciencia… pero el no tener referencia sobre qué esperar puede ser frustrante…  algunas amigas opinan que un sacaleche de pobre calidad puede llevar al fracaso de la lactancia al volver al trabajo remunerado).

Las primeras experiencias con este buen aparato fueron frustrantes, salían 3 gotas… literal… y yo veía videos en sitios de internet de mujeres que se extraían leche “a chorros”… poco a poco, en cuestión de algunos días, ya juntaba 2 oncitas (60ml)… al día, las refrigeraba y en la noche, se las daba mi esposo con biberón. Como al mes hice mis primeros experimentos de congelar bolsitas de 2 onzas, y una tarde salí de casa unas cuantas horas a dar una clase y mi bebé se quedó con su abuelita y con 12 onzas de leche materna congelada… de las cuales se tomó ¡10!. Yo estaba impactada, tardé mucho en juntar esas 12 onzas. Así que poco a poco comencé a tratar de extraer y almacenar más leche, durante el día trataba de extraer de un lado mientras él comía del otro, pero me fue muy difícil así que como mejor me funcionó fue en las noches, a veces antes de alimentar al bebé, pues me despertaba yo antes que él, y a veces si quedaba satisfecho al mamar de un solo lado , me extraía la leche del otro.

Aproximadamente un mes antes de volver al trabajo empecé a congelar una bolsita o bote de 4 onzas al día (me dí cuenta que 2 onzas no eran suficiente). Trabajo 3 o 4 días por semana 3-5 horas. Al empezar a dejar a mi bebé con su abuelita me dí cuenta de que mi super banco de leche de 30 tomas estaba sobrado, pero me daba tranquilidad saber que había suficientes reservas. Cuando estoy trabajando llevo siempre el sacaleche y una bolsita con aislante térmico con gel congelado para extraer y guardar la leche mientras llego a casa a congelarla. Tardo unos  10-15 minutos en extraer entre 3-6 onzas.

Ahora, antes de aceptar impartir un curso o asistir a algún evento laboral, necesito considerar por cuántas horas, y si tendré el espacio y tiempo para extraerme leche, procuro no dejar pasar más de 3 horas sin hacerlo. Mi regla personal es que el trabajo remunerado ocupe solo parte o de la mañana o de la tarde, pero no el día completo. Así es como estoy encontrando mi balance, de momento.

He aprendido también a no compararme con otras mujeres, platicando con amigas y leyendo experiencias en foros, unas refieren que tardaban mucho más tiempo y que extraían más leche. Para mí y por ahora esto funciona, pero parece que no hay muchas reglas y uno debe ir aprendiendo sobre el camino…

Y en este punto estoy de momento…

Ok, ok ¿y la glucosa?

Bien gracias, la monitoreo al menos antes de cada comida y sigo utilizando el sensor de monitoreo continuo. Mis dosis de insulina se han mantenido estables. Lo que si es verdad es que no me he dado tiempo de hacer unos dias de registros para hacer ajustes si hace falta. Me es mucho más complicado dedicarle tiempo a casi cualquier otra cosa que no tenga que ver con atender las necesidades del bebé así que creo que llevar un buen control desde tiempo atrás ayuda a no perder el rumbo en estos momentos.

¡Cuéntenme  sus tips y experiencias!

Referencias:

Carlos González, El parto y el inicio de la lactancia (Parte I), Universidad Andina Simón Bolívar – Sede Ecuador consultado en https://www.youtube.com/watch?v=EQifmFN26b4

ENSANUT 2012, Deterioro de la lactancia materna: dejar las fórmulas y apegarse a lo básico – Recuperado desde: http://ensanut.insp.mx/doctos/analiticos/DeterioroPracLactancia.pdf

Lactancia exclusiva con diabetes tipo 1: todo un reto

FullSizeRender 8Sobran motivos para alimentar a un bebé con leche materna, la Organización Mundial de la Salud recomienda a todas las madres la alimentación con leche materna exclusivamente durante los primeros 6 meses y posteriormente, hasta los 2 años o más, complementada con otros alimentos. Y por si fuera poco algunas investigaciones sugieren que la lactancia exclusiva también puede reducir el riesgo de presentar diabetes tanto tipo 1 como tipo 2.

Yo decidí que quería alimentar a mi bebé con mi leche de forma exclusiva, así que fui a pláticas, leí libros… pero nada me preparó para la realidad: es difícil, en especial el comienzo, yo no estaba muy agobiada pues pensaba… ” es lo más natural del mundo así que ya fluirá, mi instinto me guiará”. Aunque lo recomendado es no separar al bebé de su mamá durante la estancia en el hospital, entre otras cosas para favorecer que se establezca la lactancia, en México lo más común es lo contrario: mamá por un lado y el bebé al cunero. Yo solicité alojamiento conjunto 24 hrs (bebé en el cuarto con mamá y papá todo el día y toda la noche), pese a las miradas del personal del hospital de “estás loca no vas a descansar” – si quisiera descansar lo último que se me ocurriría sería tener un hijo.

 Escaso conocimiento y apoyo de profesionales de la salud a la lactancia materna…

Intentaré no hacerles este cuento muy largo: en el hospital solo recibí un poco útil díptico sobre lo importante que es la lactancia, las posturas recomendadas, y una receta del pediatra que decía: “alimentar al seno materno 10 min de cada lado y complementar con 2 onzas de fórmula en caso de ser necesario cada 2-6 horas”… En las pláticas y libros defienden mucho la “libre demanda” (pero mi inexperta cabeza no estaba lista para el verdadero significado de esto) -“aproximadamente entre 8 y 12 tomas al día… más o menos cada 2 horas” -decían- … yo, ingenua, interpreté este mix de información como: tardaré unos 20-30 min en amamantar, unos 5-10 en cambiar el pañal y luego dormirá unas 2-3 horas- eso era lo que yo esperaba… cual fue mi sorpresa, el bebé se quedaba con hambre, no se dormía como esperaba y yo estaba no cansada, exhausta … así que contra toda mi previa convicción, apliqué lo de complementar después de cada toma con las 2 onzas de fórmula extra, con eso sí que se quedaba satisfecho y dormía, pero yo no estaba conforme y consulté con el pediatra… quién me dijo que poco a poco ya no necesitaría el complemento y terminaría en lactancia exclusiva que tuviera paciencia… ¿cómo iba a pasar eso si seguía haciendo lo que él decía? ¿cómo iba yo a producir más leche si cada vez le daba más fórmula y menos leche materna?… no tenía sentido (por supuesto que cambiamos de pediatra), así que una mañana que desperté con energía dije: no más fórmula vamos a ver qué pasa… y así fue, desayuné, me puse cómoda y me senté a amamantar, 10 min… 20… 40… ¡2 horas y media!  hasta que el bebé decidió que ya no quería más (libre demanda) y se quedó dormido… ¡¡yo estaba en shock!! esto no podía ser así todos los días… ¡2hrs y media cada toma! ¡¡no hay cuerpo que aguante!! acabe agotada, además  tuve que tomar un par de jugos para prevenir la hipoglucemia de esa nada breve toma. Ese día en la tarde y noche sí complementé con fórmula (pero siempre después de amamantar nunca “en vez de”).  Al día siguiente noté claramente que mi producción de leche había aumentado … -mmm con que así funciona esto de la famosa oferta y demanda- aprendí (por más que esté escrito en los libros y lo digan en los cursos- vivirlo no es lo mismo-). Aunque los primeros días las tomas, ahora sí, a “libre demanda” han sido bastante más largas que “10 min de cada lado”, no he vuelto a tener una de 2 horas y media jajaja, creo que necesitaba eso para darle el primer empujón a mi producción tras tantos días de complementar con leche artificial…

Establecer la lactancia

Hablé con una consultora de lactancia, quién me sugirió utilizar el sacaleche para ayudar a aumentar mi producción más rápido. El primer día de utilizar el sacaleche logré extraerme tan solo una onza, unos 30ml, ¡en todo el día! Ahí entendí porqué muchas mujeres tiran la toalla creyendo que “no tienen leche”, no las juzgo, yo también lo pensé… pero la consultora me dijo que era normal, que mi cuerpo poco a poco se acotumbraría al estímulo del sacaleche que nada que ver con cómo mama el bebé quién es mucho más eficiente que un aparato.

De esta manera, sin cronometrar cada toma y ayudándome del sacaleche para aumentar mi producción, fuí ganándole al complemento, en una semana ya solo le daba 2 onzas de fórmula en la toma de la noche, así me aseguraba de que dormiría al menos 3 horas seguidas y yo podría descansar un poco (sí le llamo descanso a poder dormir 3 horas de corrido ¡wow!) . La leche artificial tarda más en digerirse, por eso es que los bebés alimentados con ésta tienden a dormir más horas de corrido (aunque no hay reglas). Un día me sentí con suficiente confianza y energía para quitar también la fórmula nocturna, sustituí ese biberón por otras 2 onzas pero esta vez de la leche materna de la que me extraía durante el día, este biberón se lo da, hasta hoy, su papá así yo descanso un poco y ellos pueden disfrutar de este momento. Para nuestra grata sorpresa también duerme 3-4 horas seguidas tras el biberón nocturno de leche materna: ¡fiuf!

Al cabo de 2 semanas con mucha, pero mucha perseverancia, paciencia, y siguiendo más mi intuición que otra cosa puedo decir que conseguimos establecer la lactancia exclusiva, creo que es de las cosas más difíciles que he hecho, no sé si así sea para todas, así fue para mí es lo que puedo compartirles. Creo que los profesionales de la salud cercanos a estos momentos: ginecólogos, enfermeras, pediatras deberían contar con una capacitación más profunda en el tema de la lactancia para poder acompañar y orientar mejor a sus pacientes, o como ocurre con la educación en diabetes, siempre referir y trabajar en equipo con consultoras de lactancia profesionales.

¿Y la glucosa amá ?

Ah si… por cierto también tengo que regular mi glucosa mientras todo esto sucede…  la realidad es que no he conseguido medirme con la frecuencia con la que lo hacía normalmente (antes y después de cada comida, antes de dormir, antes y después de…  etc.).  Las primeras 2-3 semanas me basé en lo que dijera el monitor continuo de glucosa, si bien no es lo recomendado tomar decisiones con esa información, lo he hecho. El monitor continuo de glucosa necesita calibrarse al menos dos veces al día, pues son las veces que me medí esos primeros días y he de confesar que en más de una ocasión cuando el sensor chillaba desesperadamente solicitando el “medir glucosa ahora”  he visto el nivel más reciente registrado y lo he calibrado con eso sin medirme, porque la prioridad en ese segundo era amamantar, cambiar pañal, consolar o, por qué no, disfrutar de mi bebé y tenía mis dos manos ocupadas. Además apagué todas las alarmas de glucosa alta o glucosa baja, porque lo último que necesitaba era además al sensor pidiendo atención, por si fuera poco la microinfusora siempre me quedaba a desmano no conseguía acceder a ella fácilmente colocándola como siempre en la cintura o bajo la ropa, para poder tenerla a la mano me la colgué del cuello o del tirante de la camiseta.

Aquellos primeros días, si me sentía “baja” tomaba tabletas de glucosa o un jugo pequeño. y luego en algún mágico momento en el que tuviera las dos manos desocupadas (o una más o menos libre), me medía y si estaba alta corregía.  No dudo que haya quienes lo logren, pero en mi experiencia es muy poco realista esperar que una mamá con diabetes tipo 1 atendiendo a un recién nacido pueda llevar a cabo todo el autocuidado de su glucosa como antes.  Cambiar las cánulas de la microinfusora puntualmente cada 3-4 días… no lo creo, esta vez  sí que apliqué el cambiarla hasta que el reservorio con insulina se terminaba o ya la cánula me daba comezón… unos 5-7 días ( insisto no es lo recomendado, es lo que me era humanamente posible en esos días).

Las primeras semanas cada vez que amamantaba necesitaba prevenir hipoglucemias con jugos de 12-20g de hidratos de carbono.  Actualmente (3 meses después) ya no tengo hipoglucemias cada vez que amamanto, ya logro medir mi glucosa al menos antes de cada comida y ahora sí cambio la cánula cada 4 días al menos (casi siempre).

A tres meses del nacimiento de Fernando, estoy en el mismo peso que tenía antes de quedar embarazada, desde luego creo que la lactancia  ha contribuido en gran medida.  Sí bien no he llevado a cabo todas las actividades de autocuidado como lo hacía antes, la experiencia  y conocimientos previos ayudan bastante a conseguir un control aceptable en momentos como estos. Mi HbA1c mes y medio después de dar a luz fue de 5.9%.

Lo qué me ha servido para conseguir establecer la lactancia:

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  • Las ganas: la motivación personal de querer alimentar así a mi bebé y algo emocionalmente indescriptible que va más allá de lo meramente técnico.
  • Ayuda de seres queridos sin juicios ni consejos no solicitados como ” lo que deberías hacer es..”  ” dicen que para tal cosa hagas tal otra”, en momentos así, al menos para mí, lo último que necesitaba era escuchar alrededor a medio mundo diciéndome “cómo debería de hacer o dejar de hacer”. Para evitar esto en algunos casos simplemente escuchaba amablemente la opinión y la dejaba pasar, y en otros si expresé con la mayor amabilidad que me fue posible que en determinado momento necesitaba ayuda (preparar la comida, lavar los trastes, lavar la ropa y guardarla.. etc.) no consejos, que cuando yo necesitara un consejo, lo pediría.
  • Web:  Google a toda hora, en especial blogs y foros de madres, sí eso es de lo que más me ha servido en esas horas de madrugada cuando me preguntaba ¿de verdad así es? Un par de sitios que recomiendo son:  www.e-lactancia.org y www.albalactanciamaterna.org
  • Libros:  Un regalo para toda la vida de Carlos González. Se consigue en papel o versión digital.
  • Porteo: Intenté usar un fular para cargar al bebé desde recién nacido y poder tener un poco las manos libres, pero no me acomodó. Así que investigué en blogs y foros y encontré esta mochila ergonómica que ha sido mi salvación (la compré por amazon pues no las venden en México). Puedo hacer cosas como, en este momento, terminar de escribir esta entrada, mientras él duerme tranquila y cómodamente en la mochilita, cosa que no ocurría al colocarlo en una sillita o cuna donde se despertaba muy pronto.
  • Colecho: adapté la cuna quitándole un barandal para ponerla junto a la cama y no tener que levantarme en la noche para atenderlo.
  • Sensor de monitoreo contínuo: me ha ayudado a no ir tan a ciegas y regular mi glucosa.
  • Contar hidratos de carbono: dominar esta técnica desde mucho antes ha hecho mucho más fácil mantener la glucosa controlada en estos momentos.
  • Kit de hipoglucemia e hidratación en cada lugar de la casa: especialmente al inicio, tenía siempre agua para hidratarme bien y tabletas de glucosa y jugos en cada habitación de casa, cerca de los lugares donde me siento para amamantar.
  • Apoyo de expertas: una consultora de lactancia y amigas que han amamantado a sus peques de manera exclusiva.
  • Biberón nocturno: un pequeño respiro para mamá y un momento especial para papá. Esa última toma del día antes de dormir que al inicio fue con leche artificial y hoy continuamos la tradición con leche materna.

 

¿Ustedes qué experiencias han tenido en estos asuntos? ¡cuéntenme!

 

Referencias consultadas:

  1. Cardwell CR, Stene LC, Ludvigsson J, Rosenbauer J, Cinek O, Svensson J, et al. Breast-feeding and childhood-onset type 1 diabetes: a pooled analysis of individual participant data from 43 observational studies. Diabetes Care [Internet]. American Diabetes Association; 2012 Nov [cited 2016 Jun 14];35(11):2215–25. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22837371
  2. OMS | Alimentación del lactante y del niño pequeño. WHO. World Health Organization; 2016;