Diabetes tipo 1 o tipo 2 y embarazo (que no es lo mismo que diabetes gestacional)

Anuncio de embarazoHoy les voy a compartir la mejor noticia de mi 2015 (y de mi vida hasta hoy): estoy embarazada por primera vez. Todavía me cuesta creerlo, apenas ha pasado el famoso primer trimestre y mi ropa sigue quedándome como siempre. Quiero aprovechar esta entrada para contarles un poco de mi experiencia estas primeras semanas (y lo que comencé a hacer para prepararme desde mucho antes) para que pueda servir a quienes como yo viven con diabetes tipo 1 (o tipo 2) y han decidido escribir a la cigüeña.

Hache muchos años…

Recuerdo la primera vez que visité a una ginecóloga, tenía 14 años y hacía poco que acababa de salir de terapia intensiva por cetoacidosis con el diagnóstico de diabetes tipo 1,  no me causó gran conflicto tener que inyectarme una vez al día NPH y no comer dulces (que en mi ignorancia en aquel entonces era lo único que había que hacer), pero recuerdo que mi única pregunta para aquella doctora fue si yo iba a poder embarazarme cuando fuera “grande” teniendo diabetes tipo 1,  siii ya sé  ¿a qué niña de 14 años le preocupa eso?-  pues a mí.  Yo creo que la doctora no se esperaba esa pregunta y me contestó muy vagamente que sí,  no recuerdo que me haya dado más explicaciones, y para mí estar “controlada” en ese entonces significaba no dejar de ponerme mis 40 unidades de insulina NPH todos los días… y ya….   PUF  ojalá fuera así de simple ¿no?

Más o menos 10 años después, mi actual endocrinóloga (obviamente nada que ver con aquel médico que me prescribió solo NPH ¡una vez al día! cuando ya existían algunos análogos de insulina y estaba más que publicado el estudio DCCT que en corto decía que el tratamiento intensificado es superior al convencional) me sugirió cambiar a terapia con microinfusora, a mí no me convencía para nada eso de estar conectada a un aparato día y noche, mi seguro de gastos médicos la cubría, pero me tomé mi tiempo para decidirme, hablé con varias personas que ya la utilizaban y una vez más uno de los argumentos que terminó por convencerme era: el día que decidas embarazarte es la mejor herramienta para tener un buen control y ajustar las dosis en el transcurso de la gestación, y aunque para nada estaba en mis planes cercanos aún, comencé a utilizarla. Como ya he contado en otra entrada, en mi opinión es una gran herramienta pero también tiene sus desventajas, no es para todo el mundo e, independientemente de las posibilidades de acceso (yo sin mi seguro no creo haberla podido cubrir) también he comprobado que se puede tener un buen control sin ella. Lo que te quiero decir es que esta es mi historia, pero si no es lo tuyo usar una microinfusora, no te paralices, hay otras herramientas y es posible lograrlo.

Tomada la decisión de buscar un embarazo ¿qué hay que hacer?

En realidad, hay que hacer lo que ya debe uno estar haciendo: procurar mantener niveles de glucosa lo más cercanos a los de alguien sin diabetes de manera segura, vigilar que la retina esté sana y que los riñones funcionen adecuadamente entre otras cosas. Si haces esto como parte de tu rutina de salud ya sabes en dónde estás parada.  Siempre es útil conversar con tu equipo de salud para que te aconsejen de acuerdo con tu situación particular. Existen varios riesgos puntuales tanto para la madre como para el bebé cuándo el embarazo ocurre y el control metabólico no es óptimo. En el primer trimestre se forma el bebé y si el control de la glucosa no es el adecuado hay un riesgo más elevado de malformaciones y abortos espontáneos, esta es la razón por la que se sugiere que al menos 6 meses antes de buscar el embarazo el control sea óptimo.

Yo empecé a tomar el suplemento de ácido fólico y en mi caso me detectaron deficiencia de vitamina D, que es algo común en personas con diabetes tipo 1, así que también comencé a tomar la suplementación que me indicó mi médico. Hace unos 4 meses mi perfil tiroideo mostró que estaba un poco elevada la TSH, no como para diagnosticar hipotiroidismo pero suficiente para que mi médico me prescribiera 25 mcg de levotiroxina que después aumentaron a 50 mcg con base en los resultados de un análisis de seguimiento. Comencé a hacer mi diario de registros con mucha más constancia y detalle (normalmente no siempre llevo un diario) para poder hacer ajustes finos en las dosis basales y mantener el mejor control que me fuera humanamente posible. Mi ginecólogo me recomendó menos de 6% de HbA1c y con mucho trabajo diario pero ¡lo logré!

De acuerdo con algunas sociedades médicas (ver referencias) al menos 6 meses antes de buscar un embarazo las recomendaciones para quienes vivimos ya con diabetes tipo 1 o tipo 2  son:

  • Mantener una HbA1c <6.5% y cuando esta se logra, procurar alcanzar y mantener una de <6% sin hipoglucemias considerables.
  • Para alcanzar una HbA1c de <6.5% se recomienda que las metas sean antes de comer 80- 110 y dos horas después <155mg/dl.
  • Medir presencia de cetonas si la glucosa es mayor o igual a 200mg/dl (en lugar de la recomendación habitual de más de 240mg/dl).
  • Mantener un peso saludable, y buscar asesoría si se tiene sobrepeso u obesidad.
  • Tomar un suplemento de al menos 400 mcg al día de ácido fólico.
  • Dialogar con el médico sobre ajustes en tratamiento farmacológico, si tienes diabetes tipo 2, algunos medicamentos orales han sido estudiados para su uso en diabetes gestacional, en el tercer trimestre del embarazo cuando ya los órganos del bebé se han formado, pero se recomienda el uso de insulina en mujeres con diabetes tipo 2 que desean embarazarse (y obviamente en quienes tenemos diabetes tipo 1).
  • Los tipos de insulina aprobados para uso en embarazo son: NPH, regular, lispro, aspart y levemir.
  • En caso de cambiar a terapia con microinfusora se recomienda hacerlo en esta etapa de preparación para familiarizarse con la herramienta.
  • La meta pre-embarazo de tensión arterial es <130/80 mmHg
  • Si tomas algún medicamento para control de lípidos tu médico puede sugerirte descontinuarlo, consúltalo.
  • Evaluar la presencia de complicaciones que podrían empeorar durante el embarazo como  retinopatía y nefropatía. No necesariamente está contraindicado embarazarse si se presenta alguna complicación, dialoga con tu equipo médico tu caso particular.
  • Evaluar la función tiroidea.

 

Felicidades: el resultado es positivo

Las mejores palabras que pude escuchar, si bien no fue inesperado porque lo estábamos buscando, siempre es una sorpresa porque nunca se sabe si este siguiente ciclo será el ganador. ¿Y ahora?  pues a seguir haciendo lo mismo pero hay algunos cambios en las metas sugeridas:

  • Menos de 6% de HbA1c, de hecho mientras más parecida a la de una mujer embarazada sin diabetes, pero sin hipoglucemias considerables, mucho mejor.
  • Glucosa antes de comer y en ayuno entre 60-99 mg/dl  (en mujeres embarazadas 60-69 mg/dl no se considera hipoglucemia) y entre una y dos horas después de comer 100-129mg/dl.

 

monitoreo continuo glucosa

No soy fanática de encender todas las alarmas del sensor de monitoreo continuo, pero esta vez si que lo hice y ajusté las metas. Primero coloqué la de glucosa baja en 60 y la de glucosa alta en 120, pero me dí cuenta de que el sensor me avisaba demasiado tarde cuando la tendencia era hacia abajo, y empezaba a pitar anunciando una tendencia a la alza cuando subía de 90 a 95mg/dl después de comer y no era realmente necesario tomar ninguna acción… era una locura a la triple potencia. Así que la dejé en 70 mg/dl la alerta de glucosa baja y 130 mg/dl la de glucosa alta ( si ya sé  igual suena bastante intenso y lo es pero vale la pena).

He estado procurando estas metas (no digo que las logre el 100% del tiempo) pero igual son mi meta. Me estuve guiando por el sensor para identificar tendencias hacia arriba o hacia abajo y hacer pequeños ajustes a las basales, en realidad no han sido muchos en estas 13 semanas. Mi dosis diaria es aproximadamente de entre 18 y 20u en total (vamos a ver cómo cambia los siguientes meses). De todos modos la decisión de un bolo siempre procuro hacerla con referencia en la medición capilar de glucosa, ya sabemos que el sensor tiene un retraso y un margen de error,  la medición capilar también pero es mucho más confiable para tomar decisiones.

IMG_0217Hace unos días mi última caja de sensores salió defectuosa, usé 3 en dos días   (cuando cada uno debe durar entre 5 y 6 días) de los cuales 2 me marcaron error y el tercero al retirarlo ¡no tenía filamento!, las herramientas finalmente están hechas por la mano del hombre, pueden fallar, y hay que estar preparados, reporté el problema y días después me repusieron la caja. Estuve una semana sin sensor, ( no es la primera vez en mi vida esto hace unos años ni existía pero uno se acostumbra a las herramientas que ha buscado para ayudarse) lo que hice fue medirme con mucha mayor frecuencia la glucosa capilar para tomar decisiones- ¿cuántas veces? nunca las cuento sencillamente cuando necesito saberlo, antes y después de comer, si sospecho hipo o hiperglucemia, antes de dormir, al levantarme al baño en la madrugada (especialmente sin sensor para verificar mi glucosa y actuar de ser necesario)-. También siempre llevo conmigo una jeringa e insulina en caso de requerir una corrección directa, si la cánula se tapa o la microinfusora falla (no es nuevo eso lo debemos hacer quienes usamos microinfusora siempre). De hecho en una ocasión tuve un valor de 200mg/dl justo una hora después de realizar el cambio de cánula. El sensor identificó la tendencia alta, corregí y al notar que la glucosa no bajaba, de inmediato volví a cambiar la cánula y efectivamente la punta estaba doblada. Las alertas me permitieron actuar lo más pronto posible, corregí la hiperglucemia con jeringa de inmediato y un par de horas después ya estaba en metas de nuevo. Sin las alertas quizá me hubiera tardado toda una mañana en regresar a mi meta en lugar de un par de horas.  Eso sí he sido mucho menos tolerante con “darle oportunidades a la cánula para ver si es o no es el problema” si sospecho que una tendencia a la alza es por una cánula doblada, infectada o tapada, no hay piedad se cambia y se corrige con jeringa y punto.

De los malestares del primer trimestre…

Afortunadamente (espero)  aquello de que cruzando la frontera del primer trimestre algunas molestias se reducen, también me está pasando, ya no tengo tantas náuseas, ahora les cuento los malestares que yo viví estas primeras 12 semanas:

¿Náuseas matutinas dicen?, no, yo me sentí algo mareada todo el día las primeras semanas y las náuseas fueron más bien vespertinas y nocturnas…   solo un par de días llegué a vomitar de la náusea, y más que de la náusea, un síntoma que yo en mi vida había escuchado hasta que lo tuve: salivación excesiva…  ¡de lo más desagradable e incómodo! creo que eso es lo que me provocaba más náuseas  ¡babear sin parar! Al conversar con otras amigas que ya han tenido bebés dos de ellas me dijeron que les pasaba lo mismo, pero yo en mi vida había escuchado que esta revolución hormonal del embarazo provocara babear…   bueno pues ya lo saben si de pronto están exponiendo en una junta en el trabajo y notan que les es inevitable escupir a la audiencia como el gato silvestre,  vayan a la farmacia por una prueba de embarazo. A mí lo de comer galletas saladas no me convencía, me funcionó mucho mejor comer pepinos, jícamas o zanahorias con limón y sal, muuuucho limón y sal. El limón y la sal fueron mis amigos. También las paletas heladas de limón.  Encontré unas pequeñitas que ya venden hechas y solo tienen 5g de carbohidratos,  las ocupé para hipoglucemias moderadas o cuando me daba mucha náusea, las cubría con insulina y listo.

Antojos y desantojos, algo que si me causó conflicto, yo que podía vivir de ensaladas feliz, no toleré mucho la lechuga, tampoco me llegaba a provocar náuseas pero la veía en el plato y prefería cualquier otra cosa. Verduras cocidas con mayonesa mucho mejor. Otra cosa que si se me antojaban eran las papas fritas con mucha sal… no se le puede antojar a uno algo más amigable para la glucosa…  lo bueno que no me duró mucho ese antojo y los pepinos o jícamas funcionaron igual de bien.

¿Qué hacer si descubro que estoy embarazada y mi control no es óptimo?

No entres en pánico, lo único que tenemos es el aquí y el ahora, si te preocupa tu control, tu salud y la de tu bebé: actúa, asesórate de inmediato con tu equipo de salud, si no tienes uno investiga y consulta con especialistas que te ayuden a evaluar tu situación y ayudarte a tomar decisiones. Yo solo puedo recomendar con base en mi experiencia personal a los especialistas que conozco, si te interesan como opción escríbeme y con gusto te proporciono sus datos.  En mi trabajo diario acompaño a varias mujeres con diabetes tipo 1 preexistente durante sus embarazos, si crees que te resultaría útil puedo apoyarte como educadora, pero siempre es importante que cuentes con la asesoría cercana de tu médico endocrinólogo y ginecólogo.

También puedes acercarte a las asociaciones de diabetes locales y sociedades médicas, generalmente cuentan con directorios y conocen aquellos especialistas que tienen experiencia en diabetes tipo1 o tipo 2 preexistente y embarazo.  Para mí ha sido importante encontrar especialistas con experiencia.

Hoy siempre es un buen día para decidir actuar y hacer cambios para mejorar nuestra salud.

Referencias:

  • Emma B Morton-Eggleston, MD, MPH, Ellen W Seely, MD. Pregestational diabetes: Preconception counseling, evaluation, and management (última actualización mayo 8 de 2015). Consultado en UpToDate el 25 de Septiembre de 2015
  • Kitzmiller, John L.;  Block, Jennifer M.;  Brown, Florence M.;  Catalano, Patrick M.;  Conway, Deborah L. et al. (2008)
    Diabetes Care vol. 31 (5) p. 1060-1079 Managing Preexisting Diabetes for Pregnancy: Summary of evidence and consensus recommendations for care

 

 

Revertir, curar o tratar la diabetes: ¿qué se puede hacer hoy?

Imagen autoría de Steven Depolo, bajo una licencia Creative commons CC BY-2.0 https://flic.kr/p/69rHbT
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Imagen autoría de Steven Depolo, bajo una licencia Creative commons CC BY-2.0 https://flic.kr/p/69rHbT

Revertir, curar o tratar…  después de revisar debates científicos, investigaciones serias y charlatanerías de toda clase, en mi opinión lo que es posible hoy es TRATAR.

Revertir o curar la diabetes, del tipo que sea, en mi opinión, equivaldría a que una persona pudiera, ya tras el tratamiento propuesto, comerse una gran rebanada de pastel como alguien sin diabetes y que esto no alterara sus niveles de glucosa más allá de ciertos límites estrechos (70-99mg/dl antes de comer y menos de 140mg/dl después). Esto hoy, hasta donde yo sé, no es posible.

Lo científico

En diabetes tipo 2: algunos tratamientos para personas con obesidad y diabetes tipo 2 incluyen una cirugía para pérdida de peso y/o un plan de alimentación y ejercicio estricto, muchas veces bajo en hidratos de carbono, estas medidas de tratamiento les ayudan a reducir la resistencia a la insulina y por lo tanto les resulta más sencillo mantener su glucosa regulada, incluso algunas personas reducen o eliminan las dosis de algunos medicamentos, algunos le llaman a esto “revertir la diabetes”, pero yo me pregunto ¿qué pasaría si estas personas regresan a sus hábitos anteriores? ¿se elevaría su glucosa de nuevo?…  ¿entonces se “revirtió la diabetes” o el tratamiento que siguen les ayuda a mantener el control de su glucosa? …

En cuanto a diabetes tipo 1, existen muchas investigaciones para tratar de revertir o curar este tipo de diabetes de origen autoinmune, pero al día de hoy no es algo que se pueda decir que se ha conseguido  y  mucho menos  que esté al alcance en cualquier consultorio, por lo tanto sigue siendo un trabajo de investigación interesante que da esperanza, pero recordemos que el proceso de una investigación de este tipo lleva muchos años y todo un procedimiento para garantizar la seguridad.

Hay que andar con mucha precaución cuando alguien pronuncie las palabras “revertir o curar la diabetes”

Una historia de los que dicen revertir la diabetes en internet…

Hace unos días una persona acudió a mi consulta y llevaba impreso un libro que compró en internet sobre “Revertir la diabetes en tantos días”, me preguntó mi opinión, le dije que no había leído el libro así que no podía opinar sobre él y me lo prestó.

Al revisar el libro contenía explicaciones coloquiales, no del todo equivocadas, pero con una redacción muy pobre y sin ninguna referencia científica, sobre la definición de diabetes, los tipos de diabetes y otras generalidades, pero más adelante venía su propuesta de una serie de menús, sin ningún fundamento científico,  que prometen “revertir la diabetes”, ah pero hay unas letras chiquitas al final del texto que deslindan de toda responsabilidad al autor, aclarando que el autor no es ni médico, ni especialista en nutrición ni profesional de la salud de ningún tipo y solo emite una opinión – ¡Qué descaro! ¿no creen?

Solo le mostré estas letras chiquitas a la persona que compró el libro y sin más concluyó que aunque algunas de las recomendaciones del texto son de sentido común, el libro no tenía ningún sustento, por supuesto no había notado esas letras chiquitas.

Cómo reconocer un muy posible fraude en tres pasos:

1- Prometen revelarte un secreto milenario oculto tras una conspiración: “la cura ya existe desde tiempos ancestrales pero no se ha revelado porque se acabaría el negocio de algunos”.

2- Pero para revelarte ese secreto oculto por la conspiración mercantil,  “tienes que depositar antes una cantidad de dinero para acceder al libro, al video o conseguir la fórmula milagrosa”.

3- Los autores se declaran a sí mismos “expertos”, “investigadores” y poseedores de la verdad, pero cuando uno indaga un poco más no encuentra una sola publicación seria en una revista científica del tan “renombrado autor”, muchas veces utilizan videos o textos con testimonios que bien podrían ser actores o que cualquiera podría redactar y no hay manera de confirmar si son auténticos.

Lo que hay

Hay investigadores serios que en verdad trabajan para encontrar una cura, los hay, pero  cuando la encuentren y confirmen que es segura,  nos vamos a enterar, no será un secreto oculto.

Hay periodistas que utilizan titulares llamativos (pero poco claros) cuando algún investigador anuncia avances de su trabajo, llevamos muchos años leyendo titulares como “el mundo celebra que ya hay una cura para la diabetes tipo 1” cuando  en realidad  a veces son solo notas de avances de investigaciones o hipótesis que aún no se comprueban, uno no puede ir a la ventanilla de su centro de salud y pedir que le apliquen tal tratamiento todavía. Queridos profesionales de la comunicación por favor no jueguen con los sentimientos de las personas solo por atraer miradas a su texto, sean claros y prudentes con sus titulares.

Hay muchas personas con buenas intenciones y mal informadas que te compartirán este tipo de noticias y remedios con gran ilusión, algunas veces, verás que resulta algo interesante y que vale la pena seguirle la pista y otras te darás cuenta enseguida de que no es así.

También hay muchas personas bien informadas (o informadas a medias) que hacen negocio a partir de la ilusión y la esperanza al vender sus “opiniones” (como el autor de este libro que me prestaron que tiene todo un montaje empresarial en internet pero se deslinda elegantemente de toda responsabilidad).

Abre bien los ojos y fórmate tu propia opinión, conversa con el equipo de profesionales de la salud que te apoya, escucha su punto de vista antes de tomar una decisión que pueda afectar seriamente tu salud.

Si quieres conocer la opinión de otros blogueros de #diabetesLA sobre este y otros temas puedes seguir este enlace: https://diabetesla.wordpress.com/

Imagen autoría de Carolina Zárate para #diabetesLA

Prescribir y prescribirse educación en diabetes

Recetar EducaciónEste mes se publicó en la revista académica Diabetes Educator un texto muy interesante: la postura y consenso de tres importantes organizaciones americanas sobre la prescripción de la educación para el autocuidado de la diabetes tipo 2 : cuándo y para qué los profesionales de la salud deben referir a sus pacientes para ser asesorados y acompañados en tres áreas: nutrición, salud emocional y educación para el autocuidado.

En México y otros países de América Latina, mi percepción es que hay muy poca difusión y conciencia del rol de la educación en el tratamiento de la diabetes (que es lo que a mí me toca, algo similar ocurrirá con profesionales de la nutrición y de la salud emocional). Pero vale la pena voltear a ver lo que ocurre en otros lugares dónde algunas cosas pueden servir de referente. El documento  propone a los médicos un algoritmo que, en resumen, indica que se debe referir a los pacientes con diabetes con un educador o educadora al menos en 4 momentos clave:

  1. Al diagnóstico.
  2. Una vez al año.
  3. Cuando se presente alguna complicación.
  4. Cuando ocurran transiciones ya sea en el tratamiento o en la vida de la persona.

Este texto se refiere a la diabetes tipo 2, pero indica que en diabetes tipo 1 también aplican como mínimo estos momentos.

Qué dice la evidencia sobre el efecto de la educación en diabetes

En lo personal considero que los resultados de la educación para el autocuidado  es algo más complejo de evaluar que la aplicación de tal o cual medicamento, sin embargo para quienes les gustan los indicadores clínicos, el documento refiere que la educación y apoyo emocional para el autocuidado de la diabetes ha demostrado que puede reducir en 1% la hemoglobina glicosilada y además tiene un efecto positivo en otros indicadores clínicos, psicosociales y varios aspectos de cambio de comportamiento, además de reducir el avance de complicaciones crónicas, mejorar la calidad de vida, minimizar el estrés relacionado con el autocuidado así como la depresión. También señala que los mejores resultados están asociados con invertir más tiempo en la asesoría con un educador en diabetes.

Educación: ¿Un lujo o parte del tratamiento?

Me llama la atención que este texto tiene todo un apartado sobre la cobertura del sistema americano de salud (que desconozco cómo funciona en realidad), pero por lo que entiendo, para que un programa de educación en diabetes pueda ser cubierto por el sistema de salud, debe contar con ciertos estándares de calidad y estar registrado y avalado por la Asociación Americana de Diabetes o la Asociación Americana de Educadores en Diabetes. Finalmente, por ley, el sistema cubre 10 horas de educación en diabetes tras el diagnóstico y dos horas adicionales cada año ¿bastante decente no creen?

La educación sí se puede auto-prescribir

Otras piezas del tratamiento requieren mayor acompañamiento médico pero el aprender más sobre lo que le ocurre a tu cuerpo, qué puedes hacer y cómo es algo que necesitamos buscar como pacientes siempre, sea cual sea la condición. Desde luego que, como en todo, hay educación de calidad y de menor calidad y podemos informarnos, corroborar las fuentes o el sustento de la información, discernirlo y tomar nuestra propia postura, pero a partir del conocimiento y no de la ignorancia.

De modo que si tu médico no te ha prescrito educación para el autocuidado tu puedes buscar asesoría y luego compartir lo que aprendas con tu equipo de salud y conocer sus opiniones.

En México existen diplomados para la formación profesional de educadores en diabetes, y algunos presentamos un examen de certificación ante el CONED, que tiene un directorio de educadores certificados (no muy actualizado yo presenté mi examen hace un año y aún no aparezco). Algunos educadores en diabetes, como es mi caso brindamos asesoría también a distancia por lo que el lugar dónde residas no es un inconveniente.

¿Tu has contado con la asesoría de un educador en diabetes? ¿Cuál es tu experiencia?


Referencia consultada
:

Powers, M. A., Bardsley, J., Cypress, M., Duker, P., Funnell, M. M., Fischl, A. H., … Vivian, E. (2015). Diabetes Self-management Education and Support in Type 2 Diabetes: A Joint Position Statement of the American Diabetes Association, the American Association of Diabetes Educators, and the Academy of Nutrition and Dietetics. The Diabetes Educator, 0145721715588904–. http://doi.org/10.1177/0145721715588904

Campañas de terror sobre diabetes

Detrás del miedo está la libertad
Imagen autoría de Lorena Pajares, bajo una licencia Creative commons CC BY-NC-SA 2.0 https://flic.kr/p/3JKDGY

Yo me pregunto- ¿por qué constantemente vemos organizaciones con la misión de trabajar a favor de personas con diabetes o en riesgo de presentarla promoviendo campañas masivas aterradoras?-… no lo entiendo… en mi opinión el tipo de campañas a las que me refiero no promueven la concientización constructiva, la reflexión y la toma informada de decisiones, por el contrario, desde mi punto de vista:  fomentan el terror, acrecientan los mitos y contribuyen a la discriminación… aportan muy poco, generalmente, dan órdenes poco útiles. Todos identificamos el tipo de campañas de las que hablo: pies que se asoman en la camilla de una morgue con la etiqueta “diabetes”… persona en muletas sin una pierna … persona en silla de ruedas, sin una pierna y con ojos en blanco pues ha perdido la vista… o una nube negra que arrasa con un pueblo y termina en un cementerio…  “la ignorancia mata más que la diabetes” ya decíamos en una ocasión. Dándole vueltas a este tema decidí abrir el debate y compartir los siguiente:

¿Qué se le ocurre a Elena que los creadores de campañas de salud (y cualquier otro ser humano) podríamos evitar y preferir al proponer mensajes…?

Conozco a varios junto con quienes escribiría un libro con esta lluvia de ideas, pero esto es una entrada de blog, así que lo acotaré a 3 puntos:

[message_box title=”EVITAR…” color=”red”]

  • Utilizar lenguaje deshumanizante: etiquetando a las personas o minimizándolas:”enfermitos”, “pacientitos”, “diabéticos”, “obesos”, “hipertensos”, “paciente renal”, … ¿por qué se califica a un ser humano como “renal” por presentar un problema de salud referente al riñón? ¿en serio?
  • Utilizar lenguaje victimizante que invita a sentarse a llorar en una profunda depresión (en lugar de tomar un papel activo): “el que padece diabetes, sufre de obesidad y es víctima de hipertensión…, el enfermo de…”
  • Generalizar sin clarificar las circunstancias particulares, lo que significa la frase o cómo llevar a cabo lo que se sugiere: “La diabetes mata”, “La diabetes se puede prevenir”, “Aliméntate sanamente”, “Controla tu diabetes”…

[/message_box]

[message_box title=”PREFERIR…” color=”green”]

  • Dar su lugar a cada persona como ser humano: “persona con diabetes”, “hombres, mujeres, niños, niñas con obesidad, hipertensión, insuficiencia renal…  que viven con una condición de salud”
  • Promover desde el lenguaje que las personas adopten una actitud consciente y activa: “personas que viven con diabetes, enfrentan un problema de obesidad, actúan para controlar su hipertensión”
  • Especificar, dando información que despierte curiosidad, desde una postura de esperanza y no de terror: “La diabetes, diagnosticada oportunamente y  bien controlada, es la primera causa de nada“, “La diabetes tipo 2, en muchos casos, se puede prevenir”, “Si vives con diabetes, puedes regular tu nivel de glucosa y reducir los riesgos de complicaciones”…

[/message_box]

De la gramática a las personas que actúan

No se trata de un tema de redacción “correcta o incorrecta”, sino congruente y adecuada al objetivo del mensaje. Decir que una persona “padece”, “sufre” o “es víctima de” una condición crónica, degenerativa e incurable equivale a visualizarlo así y sentenciarlo a sufrir, ser víctima y padecer por el resto de su vida y eso no tiene por qué ser así- y me consta. Yo espero que las personas que crean campañas tengan la intención de que quienes tienen una condición de salud, como diabetes, no sufran ni padezcan ni sean víctimas de sus circunstancias, sino por el contrario que sus mensajes contribuyan a que las personas tomen una actitud activa, que aprendan a vivir bien con su condición, a prevenir lo que es prevenible y no a sufrir crónica, degenerativamente y sin remedio. Por favor reflexionen su intención y  si es congruente ésta con el lenguaje tanto escrito como visual que utilizan.

Elena- me dirán algunos- “pero es que la realidad es que hay personas que pierden la vista y les deben amputar un pie como consecuencia de la diabetes no controlada”. Desde luego, tristemente es una realidad, pero ¿es la única cara de la realidad? ¿es lo único que vale la pena comunicar? ¿es inevitable? ¿es lo que su campaña quiere alentar? – por favor cuestiónense si el objetivo de su propuesta se limita a mostrar solo esta parte de la realidad o ¿no sería mejor inversión esforzarse más por comunicar cómo reducir los riesgos de las consecuencias trágicas del descontrol que ya son de sobra conocidas?

Como comenta Mariana en su blog en referencia a este mismo tema, si se decide utilizar el miedo en una campaña, la energía, tiempo o peso del mensaje sobre cómo quitar ese miedo debería ser muy superior a la que se invierte en la primera parte, eso es algo que no he observado en este tipo de campañas… esa segunda parte: el cómo prevenir, cómo controlar, cómo alimentarse sanamente… (decir “controla tu diabetes”, “consulta a tu médico” o “aliméntate sanamente” es un mensaje final muy pobre, en mi opinión).

Qué temas relevantes hacen falta en las campañas sobre diabetes

Nuevamente lo dejaré en estos tres, por no alargar el texto:

Qué significa el diagnóstico de diabetes–  si  hacemos un sondeo rápido y preguntamos esto, muchos dirán: “significa muerte, complicaciones y no comer azúcar” (sus campañas han funcionado), pero qué campaña que recordemos explica: “significa que su cuerpo no es capaz de regular la cantidad de glucosa en sangre, existen herramientas para ayudarlo y así reducir los riesgos de complicaciones por tener la glucosa elevada… y ¿cuánta glucosa en sangre es lo adecuado?”

Qué significa “controlar la diabetes”- nuevamente en un sondeo rápido muchos dirán: “tomar mi medicamento, hacer ejercicio, no tomar refrescos azucarados, ir al médico” (es lo que dicen las campañas, pero llevar a cabo todas esas cosas no es garantía ni evidencia de que la diabetes esté controlada). Qué campaña es clara al comunicar: “Si tienes diabetes verifica que tu nivel de glucosa antes y después de las comidas sea lo más parecido al de alguien sin diabetes, es decir 70-99 mg/dl antes de comer y menos de 140 mg/dl dos horas después, y que tu HbA1c sea menor a 7% eso significa… y es importante por… tus metas pueden ser distintas platícalas con tu médico… pero ten claras tus metas…” La meta no es ir al médico, no es hacer ejercicio, no es tomar el medicamento, la meta es que todo lo que hagas tenga como resultado que ¡la glucosa se mantenga regulada! mientras llevas a cabo todo lo que te hace feliz y te ayuda a realizarte en la vida… si sí con factores de riesgo, con prediabetes, con diabetes tipo 1, tipo 2 o gestacional…: también podemos ser personas felices, por favor ayúdenos a comunicar ¡cómo! 

Qué nutrimento sube el nivel de glucosa y qué alimentos lo contienen –  en el sondeo encontraríamos: “el azúcar, la grasa y la carne de puerco…eso sube la glucosa” (son creencias muy populares, incompletas o directamente equivocadas). Espero con ansias ver una campaña masiva que comunique con claridad: “Qué son los hidratos de carbono, qué alimentos los contienen y cómo valorar su calidad y cantidad”, ¡es posible! esto es lo que hago todos los días en las clases que imparto, en el consultorio al asesorar a otros con diabetes o en riesgo de presentar diabetes tipo 2 y en mi vida para regular la glucosa pero no aparece en las campañas masivas con fuerza y claridad, lo extraño muchísimo cuando veo un nuevo cartel que habla del tema…

Son mis reflexiones y propuestas, espero que puedan aportar algo a la discusión en este tema ¿tu qué piensas?

Herramientas para contar carbohidratos

En noviembre de este año colaboré en un curso gratuito con Eschoolapio una iniciativa en desarrollo que tiene por objetivo ofrecer educación en salud gratuita a distancia.

En esta oportunidad participé con estos 3 videos breves (10-15 minutos aprox. cada uno) sobre herramientas para comprender mejor la relación entre la insulina y lo que comemos así como para aprender y practicar el conteo de carbohidratos o hidratos de carbono. Estos materiales pueden ser útiles para quienes viven con diabetes tipo 1, tipo 2, gestacional o  bien para profesionales de la salud interesados en contar con recursos para referir a tus pacientes.

Aquí te los comparto para que puedas revisarlos las veces que gustes. Recuerda que puedes descargar algunos materiales gratuitos, como listas de alimentos en resumen, en la sección de recursos de este sitio web. Si te interesa una lista más completa tamaño doblecarta o tabloide la puedes adquirir en la en la sección tienda y para un acompañamiento educativo más completo y personalizado puedes solicitar una cita ya sea presencial en la Ciudad de México o a distancia desde cualquier lugar del mundo.

Espero que este material te resulte útil.

 INSULINA Y CARBOHIDRATOS

CONTEO DE CARBOHIDRATOS

PRACTICA EL CONTEO DE CARBOHIDRATOS

Diplomados de Educación en Diabetes desde México

Estudiando Educación en Diabetes
Imagen de Manuel Martín bajo licencia CC de Atribución: https://www.flickr.com/photos/draxus/3270506292

Hace tiempo que quería investigar y escribir esta entrada para ayudar a las personas interesadas en capacitarse y ampliar su formación en el área de la educación en diabetes. ¿Qué opciones existen en México? ¿Tengo que contar con una licenciatura en el área de la salud para cursar uno de estos diplomados? ¿Puedo cursarlo desde el extranjero? Al menos desde lo que yo conozco y he podido averiguar, les compartiré algunas coordenadas que los orienten en su propia búsqueda de opciones para que puedan tomar su decisión. Si requieren más infomración de alguno en particular pueden ponerse en contacto directamente con los responsables de estos cursos.

¿Quién es un educador en diabetes?

Un educador en diabetes es un profesional capacitado en educación para el autocuidado y prevención de esta condición. Tiene la función de facilitar la construcción de conocimientos, habilidades y actitudes para que, con base en los acuerdos que la persona haga con su equipo médico, pueda tomar decisiones que le ayuden a alcanzar y mantener sus metas. Apoya tanto personas con cualquier tipo de diabetes como a sus familiares, amigos o a quienes quieren actuar para prevenir la diabetes tipo 2.

¿Qué se necesita para ser educador en diabetes?

En mi opinión, el requisito fundamental es en una palabra: GANAS, pero con eso no basta, requiere capacitación y formación constante pues, como cualquier otra disciplina que se pretenda ejercer profesionalmente, implica una gran responsabilidad. La realidad es que no es una profesión reconocida, no existe un grado académico que formalmente acredite a una persona como “Educador en Diabetes” (todavía) ya que un curso breve o un diplomado como lo que existe actualmente no se reconoce académicamente como un “grado” tampoco cuenta como “especialización”. Finalmente educadores somos TODOS pues todos podemos aprender junto con las demás personas. En la formación que se ofrece en México en este tema particular, existen diversos cursos y diplomados (con una duración de entre 120 y 240 horas repartidas en periodos de 6 meses aproximadamente) que brindan una introducción a esta disciplina. En otros países existen también cursos, diplomados y he llegado a leer sobre alguna maestría pero no tengo conocimiento de éstos.

¿Cuál es el mejor?

No conozco un parámetro para poder responder a esta pregunta, es como opinar sobre si una película ganadora del Óscar es “buena o mala”, habrá algunas que ganan montón de premios de la “Academia” y sin embargo cuando tu las ves te parecen pésimas. Creo que quienes ofrecen estos cursos proporcionan la mejor de las experiencias de aprendizaje que cada uno puede ofertar con sus semejanzas y diferencias, ventajas y desventajas. Me parece que lo importante no es en dónde hayas cursado tu primer diplomado si no lo que decides hacer con esa experiencia.

Mi recomendación es que elijan el que elijan lo cursen abriéndose a otros modos de ver la salud, háganlo con una actitud crítica y con la convicción de siempre seguir investigando, cuestionando y aprendiendo. Tengan clara su finalidad y tomen en cuenta como decía el educador Paulo Freire:

Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre

A continuación les comparto la tabla comparativa que he recopilado (traté de insertarla en el post pero creo que se aprecia mejor si das clic en este ENLACE ).

Agradezco a las y los coordinadores de los distintos cursos que respondieron a mi solicitud de información y que permitieron publicarla en este espacio.  Algunos de los datos los tomé de la información publicada en páginas web de las diferentes organizaciones (pueden consultarlas en la tabla). Si tienes conocimiento de algún otro diplomado que se imparte desde México que no aparezca en la tabla por favor házmelo saber y con gusto la actualizaré.

¡Espero que les sea útil!

Un buen diario de monitoreo lleva más que glucosa

Cada vez hay más opciones para llevar diarios de registro de glucosa: aplicaciones, medidores con memoria cuyos datos se descargan y hacen montón de gráficas o que funcionan al conectarlos al iPhone… -¿dónde consigo eso en México Elena? – ejem ejem… por eso rectifico: En otros países del mundo cada vez hay más opciones…  que leemos en internet…. pero que poco a poco nos llegarán. En español, muy pocas, mi app favorita es socialdiabetes que está en constante mejora y evolución, pero aunque estimo mucho a Víctor, su desarrollador quien siempre toma en cuenta mis pliegos petitorios, he de decirles que para mis necesidades nada supera aún mi nada sofisticado ni bonito pero útil formato en excel.

¿Para qué sirve un diario de registro de glucosa y sus anotaciones asociadas?

Te has preguntado alguna vez desesperado “¿por qué tengo estas bajas o estas altas?”  o “si cuando mido mi glucosa está “bien” ¿por qué mi HbA1c sigue arriba de mi meta? “. Una de las cosas que más me gusta , aunque suene extraño, es analizar diarios de registro para descubrir misterios sin resolver, especialmente si esos diarios no los hice yo, porque una de las cosas que menos me gusta es hacer mi propio diario… analizarlo me fascina eeeso sí … y creo firmemente que es una de las herramientas con las que más más más he logrado aprender sobre cómo regular la glucosa y en especial mi glucosa.

¿Cuántas veces al día medirse?

– ¿Cuántas veces hay que lavarse las manos o los dientes al día? – esa no es la pregunta más adecuada- lo interesante sería cuestionarnos en qué momentos es útil y conveniente hacerlo. Lo mismo con la glucosa. Descartando los asuntos económicos que pueden limitar el número de tiras  a las que tengamos acceso, que es asunto de otra larga discusión, en mi opinión: las veces que sean necesarias y posibles para que puedas tomar decisiones. Al despertar, antes de cada comida, 1, 2 o 3 horas después de comer (depende de lo que quieras analizar), antes de hacer ejercicio, después de hacer ejercicio, antes de dormir… cuándo tenga sentido saber para tomar una mejor decisión o descubrir lo que pasa en cierta situación. Yo no llevo la cuenta exacta de las veces en esta entrada que escribí hace tiempo puedes leer más sobre las recomendaciones de la norma oficial mexicana sobre el número de veces.

-Entonces ¿tienes un diario de registro de glucosa de cada día los últimos 19 años?-

Peeero por supuesto que desde luego que ¡NO! , no dudo que haya personas que sí lo tengan, no soy una de ellas. Actualmente hago diarios cuando necesito evaluar algo que noto que me está pasando, o cuándo voy a ir a visitar a mi médico o después de una consulta en la que decidí indagar un poco mejor para ajustar mi tratamiento. Cada quien decide cuándo apretar el paso y cuándo darse un respiro saludable, pero de que hacerlo es útil eso es innegable. Es sumamente útil hacer un diario de registro, si nunca has llevado uno (o ya pasaron muchas lunas desde el último)  te invito a que no me creas nada y lo compruebes tu mismo.

Un buen diario de registro es…

La definición de mi diccionario personal de un buen diario de registro es aquel fácil de llenar pero de verdad lo más más fácil y rápido de llenar posible y que permite visualizar de manera ordenada y completa la relación entre todos los factores que pueden afectar la concentración de glucosa. Además debe permitir identificar patrones de varios días consecutivos para que sea más sencillo hacer experimentos personales, documentar “la prueba y error” para aprender de las decisiones que tomemos. De esta manera es mucho más fácil y rápido compartir la evidencia de nuestros hallazgos con los profesionales de la salud que nos apoyan para hacer esos ajustes finos en nuestro tratamiento.

Registra más que solo glucosa…

Los elementos que considero básicos son todos aquellos factores que pueden afectar la concentración de glucosa en sangre (que no es poca cosa), no solo la glucosa y no solo glucosas en ayunas. En mi opinión debe incluir :

  • Fecha y hora
  • Nivel de glucosa (mg/dl o mmol/L según el país)
  • Medicamentos / Dosis de insulina basal / Dosis de insulina preprandial
  • Hidratos de carbono consumidos (grs) / raciones de HC / alimentos
  • Si usas insulina en esquema basal bolo : relación insulina:carbohidratos (cuántos gramos de carbohidratos metaboliza en tí 1 unidad de insulina ultrarápida) y sensibilidad a la insulina o factor de corrección: (cuántos mg/dl o mmol/L desciende en tí una unidad de insulina ultrarápida). Estos datos pueden variar durante el día. Por ejemplo yo tengo  3 distintas relaciones insulina carbohidrato, para el desayuno, para la comida y para la cena.
  • Ejercicio: de ser posible duración e intensidad.
  • Notas personales (imprescindible espacio para eso que no siempre aparece en los libros pero que sabemos o sospechamos que afecta nuestra glucosa): Días de enfermedad, estrés, menstruación, me desperté más tarde, vacaciones, no estoy segura del la cantidad de carbohidratos que comí, calculé mal el bolo, no hice ejercicio, olvidé tomar tal medicamento, no estoy segura si me puse tal insulina o no…

No estás solo, haz equipo:

Les comparto dos ejemplos inventados con fines didácticos. No son casos reales. La intención es que puedan darse ideas para mejorar sus propios formatos de registros y compartir sus hallazgos con los médicos que los asesoren, recuerden hacer equipo y consultar con su médico si consideran que es necesario hacer un cambio o ajuste en su tratamiento. Un educador en diabetes puede ayudarles a diseñar su diario y aprender a interpretarlo.

Ejemplo 1:

¿Qué pueden aprender de este fragmento de un diario de registro? :

monitoreo de glucosa

¿Por qué creen que esta persona tuvo 197 después de desayunar el lunes pero el martes tuvo 115 ? ¿podrían deducir una probable relación insulina carbohidratos para el desayuno de esta persona? ¿por qué puedes aprender todo esto en este ejemplo de diario de registro?

Ejemplo 2:

Este puede ser un formato especialmente útil para usuarios de microinfusora, ya que permite incluir las dosis basales por hora (DB). Aunque la microinfusora guarda los datos y se pueden descargar para generar reportes yo encuentro especialmente importante realizar de vez en cuando un ejercicio de registro para aprender de nosotros mismos. También lo pueden utilizar quienes se aplican insulina con jeringa o pluma colocando en la columna DB su dosis basal. Para quienes solo utilizan medicamentos orales,  pueden tomar la idea del formato y cambiar las columnas que indican dosis de insulina por los medicamentos que tomen y colocar una marca cuando los hayan tomado.

En este ejemplo ¿pueden deducir por qué esta persona redujo junto con su médico las dosis de insulina basal para ciertas horas de la madrugada?  ¿cuál crees que haya sido la causa de la hiperglucemia de 200mg/dl del lunes 28 de julio?

diario de monitoreo para microinfusora

En la sección de Recursos de este sitio pueden descargarse un par de formatos editables para que los puedan modificar y adaptar a su gusto, pueden agregar o quitar columnas hacerlas más grandes o chicas y  me cuentan las mejoras que le hayan hecho para aprender también con ustedes.

Aprender viene en muchas presentaciones

no certificadoEl aprendizaje viene en muchas presentaciones, pero sin duda una de las más valiosos ocurre cuando aprendes algo sobre tí que no conocías. Ya les conté la historia de mi elección profesional y de como llegué 6 años después de mi primer diplomado al famoso examen de certificación del Consejo Nacional de Educadores en Diabetes. Ahora les voy a contar lo que aprendí al presentar ese examen.

La teoría…

La evaluación empieza con un examen teórico de 200 preguntas de confusión múltiple, todos hemos pasado por algo así:  A y B son correctos, ninguna de las anteriores, todas las anteriores … hay 3 horas de tiempo límite para responder, se pide que dejes todas tus pertenencias en un salón y entres con solo una calculadora a otro salón donde te dan un lápiz y el abultado sobre con las preguntas. yo agregué a la calculadora mi medidor  y mis tabletas de glucosa. Como a los 15 minutos de haber empezado escucho el característico tiriririiii de la microinfusora, me medí y tenía 60… normalmente hubiera tomado una tablea de glucosa para subir aproximadamente hasta 80, pero preferí tomar 2 por si las dudas, normalmente con 2 tengo para llegar a 100 mg/dl.

La concentración que uno pone para responder cada reactivo es agotadora, cuando llegué a medio examen, una hora y cuarto después, miré en la pantalla 60 y dije no esto no va bien, tomé otras dos tabletas de glucosa y decidí reducir la basal al 50%,  seguí respondiendo, ya en la recta final empecé a ver que los cuadritos de la hoja de respuestas se movían, claro- pensé- llevo casi dos horas y media viendo cuadritos ¡a cualquiera se le mueven!, … ya bajé la basal y tome 4 tabletas de glucosa… empiezas a notar que el tiempo se agota y que una que otra persona ya ha terminado, después de llenar el último cuadrito, entregué las hojas, tomé mi medidor y creo que fue el número más bajo que he visto en mis 19 años con diabetes: ¡25!, un error del medidor, no lo sé, pero más me valía comer algo en lugar de repetir la medición en ese instante… salí rápidamente a la mesa de refrigerios: si, yo caminaba, hablaba, estaba consciente de todo y hasta podía responder reactivos de un examen…  comí un plátano entero, un yogurt bebible y me senté un rato, volví a medir y vi un feliz 85 mg/dl con todo eso que comí y basal al ¡¡50%!!  me queda claro que concentrarse y pensar consume glucosa mucha glucosa, yo hubiera esperado más bien resistencia por estrés que hipoglucemia por ¿exceso de concentración?… pero eso no viene en ninguna de las referencias bibliográficas de la guía de estudio…   Por supuesto que volví a subir mi basal a la dosis normal y me puse un bolo para una parte de lo que comí, después de todo eso sin un bolo hubiera tenido una hiperglucemia monumental… qué hacer en situaciones como esta, no fue parte de las preguntas del examen pero es lo que necesitamos hacer todo el día en todo momento una música de fondo que calcula cuándo fue la última vez que te pusiste un bolo Elena, qué comiste, cuánto comiste, qué comerás, cuánta insulina te pondrás…

Glucosa en orden y ahora la práctica…

Algo que es para reconocerle al equipo de evaluadores es que se esfuerzan por hacer el proceso eficiente,  tan pronto terminas el examen teórico, lo califican y te indican, si respondiste bien a más del 65%, que has pasado a la siguiente etapa que consiste en un examen práctico. Y si la apruebas, en ese momento se imprime y firma tu certificado.

En el examen práctico la cosa es distinta  entras a un salón con 2 sinodales, te asignan intencionalmente, no al azar,  dos temas (2 de los 7 comportamientos de la AADE) a explicar a un paciente ficticio que es representado por uno de ellos y tienes 20 minutos para explicar cada tema haciendo uso de todos los materiales educativos que hayas llevado, el sinodal observador tiene una lista de aspectos (desconocidos para el evaluado) que debes tratar durante la exposición (así o más estresante), uno no sabe cuál es el criterio que utilizan para decir si aprobaste el examen práctico o no, tampoco sabes qué es lo que están evaluando.  Me pidieron que explicara el comportamiento: “Alimentación saludable”  y “Reducción de riesgos” a una paciente con diabetes tipo 1 de reciente diagnóstico. Mis 20 minutos de alimentación saludable con conteo de carbohidratos, lectura de etiquetas etc., todo muy bien, pero el tema de reducción de riesgos, en este contexto, se  reduce a: saber cómo tomar la tensión arterial y saber cómo hacer una completa exploración del pie (que sería lo último que haría en una sesión con alguien con diabetes tipo 1 de reciente diagnóstico, es más, en mi opinión, no es parte de la función de un educador realizar ningún tipo de examen físico, pero reconozco que yo sabía que era parte de lo que se podría evaluar y a eso fui). Pues no pasé el check list del tema “reducción de riesgos”, mi exploración de pie no fue completa, y no tomé la tensión de acuerdo con la norma, así que desde ahora se los digo: si quieren una toma de tensión arterial o una exploración del pie ¡no me busquen!, por favor pídanle a su médico en cada visita que les haga una exploración de pie y les tome la tensión arterial, es el profesional indicado para darles un diagnóstico y tratamiento en caso de que lo necesiten. Yo como educadora con mucho gusto les puedo ayudar a comprender qué significa y en qué consisten la prueba de la HbA1c y otros estudios periódicos que el médico indica para evaluar nuestro control y prevenir complicaciones a largo plazo (reducción de riesgos).

Y ahora ¿segunda vuelta?

Pues salí con un nudo en la panza, no pasé el examen práctico en primera vuelta, pero en unos minutos más podría repetirlo en una segunda oportunidad con 2 sinodales distintos y 2 temas distintos. Empecé a preguntar a las otras compañeras que salían qué temas les preguntaron… a casi todas, Lic. en Nutrición, les preguntaban: “insulinas”, puedo entenderlo, buscan preguntar el tema en el que suponen por tu perfil que eres más débil para evaluar si lo puedes desarrollar, como dije, puedo entenderlo, pero sigo meditando ¿será lo más adecuado evaluar con esta perspectiva?

Segunda vuelta temas: insulinas y ejercicio ya no les hago el cuento más largo, misma historia con más presión, esta era la última oportunidad… pero esta vez, después de deliberar, regresaron a darme mi retroalimentación, yo ya con el estrés a tope pregunté directamente: -pasé o no pasé – Sí- respondieron. Respiré.

En mi experiencia esta segunda parte del examen tiene un área de oportunidad de mejora enorme, por decirlo elegantemente, no sé otros, pero al menos yo no lo viví como una evaluación de las habilidades de un educador en diabetes: escucha activa, diagnóstico de necesidades educativas, definición de prioridades de acuerdo con el caso y el interés de la persona, selección de técnicas y herramientas didácticas, establecimiento de metas, planeación, implementación y evaluación de una sesión práctica… nada de eso, yo lo viví como un examen teórico en modalidad oral, poco transparente y totalmente subjetivo, se supone que los conocimientos teóricos ya fueron evaluados en la primera parte, ¿cuál es la necesidad de tener esa lista oculta, y con criterios misteriosos como instrumento de evaluación?, en lugar de , por poner solo un ejemplo, una rúbrica pública y transparente donde sea claro qué es lo que se espera que los evaluados demuestren para considerarse competentes como educadores en el aspecto práctico.

certificadoFinalmente…

6 años después… experiencia vivida, reto superado, aprendí que la teoría que se enseña en la mayoría de los diplomados (que es lo que se evalúa en este examen) no es ni la décima parte de lo que hace falta para ser educador, eso nunca se deja de aprender y no se aprende en cursos, ni en libros. Agradezco que no me hayan permitido hacer el examen antes, pues estos 6 años me han dado experiencias invaluables como profesora, ponente, educadora, voluntaria, esposa, amiga… he aprendido mucho de lo que no se puede aprender del todo en un breve curso escolarizado de 6 meses: trabajo en equipo, acompañamiento, escucha, que no todo es como dicen los libros, no hay blanco y negro sino un mundo de colores por compartir para seguir aprendiendo con otras personas como tu y como yo…

Les comparto esta frase de Jean Piaget con la que me quedé reflexionando días después del examen. La leí en la presentación final de un equipo de alumnas en el diplomado más reciente en el que tuve oportunidad de participar:

“El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas, y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron”

 

 

El certificado no hace al educador en diabetes

Imagen de  Capture Queen ™ bajo licencia CC de Atribución: https://www.flickr.com/photos/uaeincredible/231011361
Imagen de Capture Queen ™ bajo licencia CC de Atribución: https://www.flickr.com/photos/uaeincredible/231011361

¡Hoy les tengo una buena noticia!, esas  de las que hay que gritar fuerte para que se escuchen pues no se dan todos los días y nos dan esperanza, que tanta falta hace. Hoy puedo dar testimonio de que las instituciones pueden escuchar y dar respuesta a las necesidades de las personas a quienes brindan un servicio y abrirse a que no todo es blanco o negro, de pronto puede haber espacio para los colores.

¿Pero de qué hablas Elena?

La historia es larga procuraré resumirla. Como ya saben,  yo estudié la hermosa licenciatura en Diseño Industrial,  y la volvería a estudiar feliz porque durante 4 años me entrenaron para identificar necesidades y resolverlas de la manera más creativa posible, ahí decir  “eso no se puede hacer” no era una opción. En 2008 hice mi primer diplomado  de Educación en Diabetes en la Federación Mexicana de Diabetes, en ese entonces lo impartía el Dr. Enrique Pérez Pastén, aprendí un montón de cosas y decidí que a eso me iba a dedicar : yo quería ser Educadora en Diabetes, pero al término del diplomado me enteré de que no me darían ningún reconocimiento (ni siquiera uno como “consejera en diabetes” que fue una modalidad que existió algún tiempo para “no profesionales de la salud”),  las condiciones habían cambiado y como yo no tenía una licenciatura en el área de la salud no sería posible tener un diploma, y sin un diploma tampoco es posible presentar el examen de certificación del Consejo Nacional de Educadores en Diabetes (CONED)… “Lo más fácil, si de verdad quieres ser educadora, es que estudies la licenciatura en Nutrición”- me decían.  Pero yo no quiero ser nutrióloga, ¿qué problema le ven a que yo me dedique a la educación en diabetes y no a la asesoría nutricional?

El día que me dijeron  “Tu no puedes” (ya saben como son ese tipo de momentos) decidí demostrarme a mí misma lo contrario.

Empecé a desarrollar materiales educativos, como las listas de alimentos para conteo de carbohidratos, que salieron de la tesina de ese primer diplomado. Hice la Maestría en Educación, que era lo que para mí tenia más sentido si quería especializarme en esto. Luego me invitaron a dar clases en el diplomado de formación de Educadores en Diabetes de ReMeDI. Un buen día pregunté al Dr. Joel Rodríguez Saldaña si al cursar y aprobar su diplomado era posible obtener un diploma con el aval correspondiente y  me respondió que sí. Así que me inscribí, cursé este segundo diplomado y esta vez si obtuve el “papel”. Pero el camino hacia un reconocimiento oficial de la disciplina de la Educación en Diabetes es bastante complejo aún, ya que los diplomados no son grados académicos, es en parte por esto que en México es difícil encontrar plazas de trabajo para Educadores en Diabetes, no existe esta figura en el sistema de salud formalmente, hay mucho camino por andar. El paso que sigue a los diplomados es presentar el examen de certificación del CONED, pero ¿qué creen? – es requisito tener una licenciatura en Nutrición, Medicina, Psicología, etc. Diseño industrial y diabetes tipo 1 no están en la lista.

EL CERTIFICADO NO HACE AL EDUCADOR

Lo pongo en grande, educadores somos todos, todos aprendemos con todos, como diría Paulo Freire, pero cuando decides dedicarte profesionalmente a algo y hacerlo sostenible, resulta que los papeles a veces abren o cierran oportunidades. Algunos laboratorios que contratan educadores en diabetes solo buscan a los que están certificados, en ocasiones los tabuladores de honorarios son distintos para un educador certificado o no certificado, me gusté o no es la realidad.

Durante estos 6 años que han transcurrido desde mi elección profesional, cada vez que en algún foro, congreso, conferencia, me encontraba con los miembros del CONED les hacía la misma pregunta: ¿Cuándo van a modificar sus estatutos? ¿Cuándo nos van a dar la oportunidad de evaluar nuestras habilidades a personas que nos dedicamos a educar en diabetes profesionalmente aunque no demos consultas nutricionales, terapia psicológica o prescripciones médicas? Si no aprobamos el examen, no hay certificado como cualquier otro aspirante- les decía. Las respuestas, aunque no definitivas, nunca eran muy alentadoras. Llegué a pensar en estudiar la licenciatura en Nutrición en lugar del Doctorado en Educación, pero mi intuición me decía que eso no tenía ningún sentido, yo no quiero dedicarme a la Nutrición y ya hay excelentes profesionales en ese campo con quienes se puede trabajar interdisciplinariamente. Así que seguí mis instintos.

Y los papeles sirvieron para algo…

A principios de este año, como parte de los requisitos para mantener mi beca en el doctorado, tuve que digitalizar todas las evidencias académicas que tuviera en mi historia, por supuesto 90% son cursos, conferencias, ponencias,congresos, pósters, clases sobre educación en diabetes. Así que me dije a mi  misma: “Siempre me quejo de que no me puedo certificar, pero nunca he presentado mi solicitud, con evidencias de mi experiencia, para pedir que se revise mi caso formalmente…”   y que lo hago … y para mi muy grata sorpresa la respuesta fue afirmativa ¡aquí está!:

carta

Tengo un par de semanas para estudiar para este examen, no sé si lo aprobaré o no, pero algo aprenderé ,seguro, lo más significativo para mí en este momento es confirmar ,una vez más, que hay manera de ser escuchados: con trabajo, resultados pero también haciéndonos escuchar.

Gracias

Gracias a todas las personas que me repitieron que yo no podía ser educadora en diabetes, de verdad gracias porque me ayudaron a mantener viva a la diseñadora industrial que no conoce el “eso no se puede” y busca la manera más creativa de resolverlo.

Gracias también a todas las personas que creen en mí siempre, a mi esposo Gonzalo que me escucha y me ayuda a valorar los siguientes pasos de cualquier cosa que se me ocurra. A mi endocrinóloga, amiga, socia, cómplice Raquel Faradji, que me enseñó que había un mundo más allá de la NPH y que siempre está ahí (aunque esté viajando por el mundo) para cualquier cosa desde inventar nuevos proyectos de investigación y de educación hasta para ajustar mis basales. A mis amigos y glucolegas Mariana y Marcelo (y todos los que no me cabrían en este post si sigo escribiendo) con quienes puedo llorar mis penas, quejarme de mis hiperglucemias pero también reir y pensar seriamente cómo “salvar al mundo” de la ignorancia en este tema.

Gracias a la generosidad y confianza de los profesionales, médicos, nutriólogos, psicólogos, endocrinólogos que me dan la oportunidad de trabajar con ellos haciendo equipo y que me apoyaron para presentar esta solicitud: Israel Lerman, Carlos Antillón, Joel Rodríguez, Carmen Rangel, Andrea Rosales, Joaquín Joya, Gladys Bilbao y Marian Villanueva con quienes he aprendido y crecido mucho.

“No dejes que alguien más decida por ti quién quieres ser, con y sin diabetes, con diplomas y sin diplomas, con certificados y sin certificados, puedes trabajar para darle a tu vida el sentido que a tí te de la gana” – he dicho.

Querido mundo: la vida es más que diabetes

tenedor pluma diabetesEsta es la pequeña parte de mi vida que decidí compartir, el tema en el que encaminé mi carrera profesional y ahora académica pero desde luego no lo es todo. Imagino que muchos han tenido una experiencia similar, cuando se dan un espacio para sí mismos fuera de los problemas cotidianos y del trabajo pero inevitablemente sale el tema: -oh ¿eres abogado? (imaginen una cara de “menos mal que no he hablado mal de los abogados”)- fíjate que yo tengo un problema legal que no he podido resolver porque el abogado que contraté es bastante …- ; – ah ¿tienes alergia al polen? yo conozco a una amiga de una prima que tenía lo mismo y desde que se untó tal remedio… porque las alergias son terribles… ella lo pasaba tan mal- … ¿les suena? uno quiere respirar aire fresco hablar del clima, de las vacaciones que se acercan,  de los zapatos increíbles que trae puestos la chica de la mesa de al lado…  cualquier cosa menos: diabetes.

Comprendo a la gente que decide omitir ese detalle de sus vidas cuando conocen nuevas personas, he pasado por ahí, puede ser realmente incómodo enfrentarse una y otra vez a las reacciones de susto, lástima, desconcierto, curiosidad, seguidas por historias de terror sobre abuelitos de un primo, consejos “infalibles” sobre curas milagrosas, y la conversación de la sobremesa otra vez: diabetes – ¿que no hay otro tema de que hablar?, ¿en serio?

Para mi, mi espacio sin trabajo ni estudio son las 4 horas a la semana del taller de flamenco en la universidad (donde estudié diseño industrial y ahora curso el doctorado en educación) y los ratos que me regalo para repasar las coreografías en casa cuando quiero relajarme. Ayer después de clase una compañera, que casualmente estudia diseño, me dijo: ¿también te quedas a comer, comemos juntas? – ¡claro! -respondí. Nos sentamos con nuestras charolas de comida en la cafetería. Hace muchos años ya que no voy al baño a medir mi glucosa y aplicarme la insulina, lo hago en la mesa directamente esté quien esté y me he dado cuenta que la gran mayoría de las veces las personas alrededor ni siquiera lo notan. Medí mi glucosa frente a mi amiga y ni cuenta se dió, saqué mi estuche con la pluma (o lapiceras) de insulina, me la apliqué mientras seguíamos hablando de cualquier cosa, después de 19 años haciendo esto no es necesario detener el mundo para concentrarse al 100% en algo tan rutinario como el conteo de carbohidratos, calcular la dosis y aplicarla, todo ocurre como la música de fondo en el escenario, fue hasta cuando estaba guardando la insulina en el estuche que mi nueva amiga se dió cuenta de lo que estaba haciendo (y uno tiene siempre esa pequeña curiosidad ¿cómo reaccionará?).

Para mi grata sorpresa su reacción fue la más inesperada, imaginen que no era una pluma de insulina sino un modelo edición limitada del teléfono de moda, esa fue la reacción:  -¡wow está padrísima, qué increíble!, ¿puedo verla? ¿cómo funciona?-, por supuesto- respondí, y se la di. No hubo cara de sorpresa o susto, tampoco siguió la típica pregunta, de obvia respuesta de “¿tienes diabetes?” acompañada de la clásica cara de (pobrecita, qué horror, es tan joven) – ¡Nada de eso! me preguntó ¿hace cuánto tienes diabetes? en el mismo tono de voz en el que alguien te pregunta “¿dónde conseguiste tu bolsa?”. Después de una breve explicación sobre cómo funcionaba la pluma y la diferencia entre diabetes tipo 1 y tipo 2, seguimos hablando de los tangos, la coreografía, el vestuario, los proyectos de diseño de las materias que yo llevé y los profesores que tuvimos en común… siguió la vida después del tema de la diabetes…

Fue refrescante poder conservar ese espacio sin la diabetes en el centro y, como decía Iñaqui Lorente en el video de la charla que dió hace unos meses, quitar el tema de la diabetes de la cara y ponerlo al lado y  de repente, ¿por qué no?, un poco hacia atrás, donde se le pueda vigilar de reojo, pero que no nos impida contemplar y disfrutar el resto del paisaje.

Ojalá y  llegue el día en que lo inesperado sean las reacciones de terror por ignorancia y lo común sea convivir en una sociedad bien informada, libre de mitos y prejuicios, empática, solidaria, tolerante, incluyente, respetuosa y que convive con personas no con profesiones ni mucho menos con enfermedades.

* La imagen que ilustra este post  fue tomada por la misma autora.